Existe una línea muy fina entre el “pacifismo” y la sumisión. Ayer en la noche miles de estudiantes y trabajadores tomaron para sí la Avenida Universidad, en protesta por la viciosa intervención de la Fuerza de choque en el compartir del jueves anterior. La consigna era por la “paz en la Avenida Universidad”, lo que a primera instancia nos puede parecer muy bonito o “cursi” dependiendo de cuan harto se encuentre el observador de las políticas anti-obreras, anti-comunitarias, anti-ambientales y anti-libertades civiles del gobierno de turno.
La presencia policiaca fue disminuida drásticamente en la Avenida (aunque todos sabíamos y sentíamos que estaban rondando por ahí cerca, esperando alguna orden de arriba) Hoy ya sabemos que se encontraban en Santurce haciendo de las suyas. Pensábamos que no eran tan necios como para sencillamente aceptar el costo político de que constara en toda la prensa, el estado de sitio en medio del que comparten los estudiantes todos los jueves en Río Piedras. Ahora sabemos que de nuevo ante cámaras de espectadores, permitieron que se desangrara un ciudadano que recibió un impacto de bala y violaron los derechos constitucionales de un profesor universitario (Luis Fernando Coss) y el ilustre actor, Israel Lugo.
En Río Piedras el discurso represivo y la “política del miedo” de la policía ausente, fue asumido por los organizadores de la actividad como propio. El super yo se imponía colectivamente sobre los compañeros mientras corrían entre la multitud alertando a las masas de la probabilidad de que se implementara el código de orden de la manera en que se hizo la semana anterior, y que la respuesta debía ser ceder la calle, acabar con la actividad e irnos a nuestros hogares satisfechos con lo que habíamos logrado. Meternos en la camisa de fuerza de la opinión pública y plantear la cesión de nuestro derecho constitucional a congregarnos…. Plantear la cesión de nuestro derecho a defendernos legítimamente, y omitir la posibilidad de llevar a cabo un acto de desobediencia civil ante toques de queda y decretos inconstitucionales es cruzar aquella línea hacia el lado de la sumisión. A pesar de la crítica constructiva, felicitamos al corillo de las camisas blancas por, como plantea Roberto Ortiz Feliciano, UNA VELADA DIFERENTE. Adelante juventud combatiente que nos encontramos ante una coyuntura histórica.
con respecto a la sumision y/o pacifismo en esta manifestacion, yo pienso q es una reaccion natural tener miedo de responder a las ordenes d la policia con desobediencia civil, sabiendo q una semana antes no vacilaron en utilizar la violencia sin haber sido provocados. pero creo q todo el mundo se cansa de tener miedo y de ser amedrentado. llegara el momento en q el miedo se convertira en rabia y alli habra q saber no desperdiciar esa rabia masiva sino canalizarla en acciones bien pensadas y con proposito y direccion. lo q quiero decir es q quiza no habia animo para hacer desobediencia civil en esta ocasion de las camisas blancas pero aparentemente llegara el momento y pronto, cuando habra animo de llevar a cabo ese tipo de resistencia y quiza hasta llevar a cabo algo mas grande, como por ejemplo una huelga general exigiendo elecciones nuevas para gobernador y legislatura...
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