La toma del Senado Académico de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras, levanta tantas interrogantes como respuestas, al respecto de dónde está el movimiento estudiantil universitario y hacia dónde se dirige. El piquete masivo con el que tarde (pero seguro) comenzó lo que será una jornada de militancia estudiantil durante el segundo semestre de este año, demostró el poder organizativo y de convocatoria de los Comités de Acción y los Comités en Defensa de la Educación Pública. Nos hicimos sentir, se superaron todas las expectativas y, como siempre, cerramos filas. Ahora bien, los actos que sucedieron esta manifestación, en mi humilde opinión, fueron hijos de la improvisación que tenemos que comenzar a dejar atrás para poder madurar y estar “al más alto nivel de organización y militancia” que nos requiere la coyuntura. También el resultado concreto del cénit deliberativo en que culminó la toma del Senado es muestra fehaciente de hacia dónde nos tenemos que dirigir: HACIA LOS CONSEJOS.
Al respecto de la improvisación, ha sido la ley del día en el quehacer del movimiento estudiantil universitario. ¿Cuál era el fin práctico de la manifestación? Evidentemente algunos querían detener la sesión del Senado Académico, los otros, que fueron convocados a un piquete a las 12 frente a la torre de la Universidad de Puerto Rico, no lo supieron, hasta que se encontraron dentro del Senado Académico, junto con un centenar de otros estudiantes. Es evidente que no pueden entrar 400 estudiantes a un lugar donde no hay espacio para ellos; por tanto, iban a entrar de 5 a 10 estudiantes que entregarían una carta exigiendo un Debate abierto con elementos de la administración universitaria. No sucedió así. UN CENTENAR DE ESTUDIANTES TOMÓ EL SENADO ACADÉMICO. Una vez dentro del Senado Académico, reinaba la confusión entre los estudiantes y los senadores. La manifestación se convirtió en otra cosa. La reunión del senado académico también. Según fuentes, en esa reunión se presentaría una resolución, que prohibiría a los Rectores Interinos (por razón de su acceso al presupuesto Universitario y los asuntos éticos que se pudieran presentar- p. ej. Viajes a senadores estudiantiles para comprar sus votos en el proceso). El fin era que la rectora interina nombrada por la actual administración, Ana Guadalupe Quiñones, no pudiera seguir comprando el puesto de Rectoría a fuerza de viajes a los Senadores Estudiantiles corruptos y pagándoles viajes a profesores inescrupulosos- que ni se pudiera nominar a Rectora en Propiedad. Se suspendió la sesión, expiró el plazo para activar el proceso de búsqueda y consulta, tenemos una rectora interina que va a competir por voto directo en condición desigual con cualquier otro candidato a Rectoría. Tremendo. Soy sincero y franco, a parte de esta consideración institucional y administrativa, la consideración mediática es que la prensa nos trató un poco mejor de lo que nos merecíamos. Creo que la fuerza (aun la moderada), así, a destiempo y fuera de un contexto práctico de utilidad y un fin político, le quita un poco a lo que tratamos de hacer.
Me parece excelente que la sesión del Senado se convirtiera en una especie de foro estudiantil de toma de decisiones y de plantear propuestas. Me parece contradictorio que el movimiento estudiantil se muestre tan renuente en ocasiones a ocupar los espacios representativos institucionales que se han ganado con los años (Consejo de Estudiantes, Senado Académico, Junta de Síndicos). Y al fin acabamos como el perro que se muerde la cola, reconociendo que hay que recurrir o queriendo recurrir al Consejo de Estudiantes para pedir una Asamblea General de Estudiantes. Podemos auto-convocarla, con nuestros recursos limitados, pero nunca está de más hacer las cosas con los recursos del CONSEJO, que sí los tiene y tiene el deber de destinarlos a ello (también creo que hay un asunto de legitimidad, al respecto del cual me corregirá alguno que sepa más al respecto del tema). Resulta más conveniente pedir la Asamblea de Estudiantes a OTROS terceros, algunos que ni siquiera se cruzan con nosotros en la línea de piquete en defensa de los derechos de los Estudiantes. Son unos espacios que hemos dejado perder. LOS NECESITAMOS DE VUELTA.
No quiero que se me malinterprete, creo que el trabajo de base y organización que realizan los Comités de Acción y los CEDEP en sus respectivos espacios es la médula del movimiento estudiantil. Creo que la Reforma a la Ley Universitaria debe ser nuestro fin. No creo que la participación en estos cuerpos representativos sea excluyente del trabajo de base y de los fines últimos que deseamos alcanzar como movimiento estudiantil. Sí, considero, que el retirarnos de estos espacios que ya han sido ganados por nosotros, es un grave error táctico, que nos pone siempre en un estado de oposición eterna desde la base; mientras perdemos la oportunidad de tener estudiantes “del lao’ de acá” proponiendo y empujando desde sus puestos institucionales, la posición del Movimiento Estudiantil Organizado. Se acercan las Asambleas de Nominación de los Consejos de Estudiantes de cada facultad, son una excelente oportunidad de ocupar estos espacios, de romper con la falta de participación estudiantil en la elección de los Consejos de Estudiantes y asegurar estos espacios de representatividad del cuerpo estudiantil, para el fin de este semestre académico y el año que viene entero. Sólo así nos enfrentaremos cara a cara con la Administración en TODOS los frentes, mientras se le da candela desde la calle.
Por mi parte, continúo trabajando con el Comité de Acción de Estudiantes de Derecho, y como le planteé a los compañeros y compañeras del Comité: Aun con las críticas que se le pueda tener a lo sucedido el 11 de marzo, l@s felicito a tod@s por dar un tremendo inicio a lo que promete ser una jornada de militancia estudiantil sumamente combativa, se superaron todas las expectativas.
Abrazos solidarios. Y a seguir organizándonos que pronto ¡VAMOS PAL SOLAR!
*foto: Isamar Abreu
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